viernes

20

Los recuerdos saltan desde los ojos
como colores desde la jaula de una luz
que no admite más que el banco,
se van a picotear las mejillas
de algunas cosas que andan perdidas por el mundo
y retornan, otra vez por los ojos,
a su selva de molicie y respaldos.

Pero hay uno, un recuerdo o tatuaje,
que no quiere pasar de nuevo por los ojos
y se queda dando vueltas como un éxodo mudo,
ojo él mismo, flotando hacia ninguna parte,
memoria que ha abolido el pasado.

¿No llegará la noche, o quizá algo más hondo,
a formarle otro cuerpo, otra privada selva
de minúsculos signos,
donde pueda, sin tiempo, su alucinante pérdida
ser un sitio ya inmóvil entre manos amantes?

Roberto Juarróz, Segunda Poesía Vertical (1963)

No hay comentarios.: