miércoles

Otro abismo

¿Cuándo vendrán, oh pronto, ellas a buscarme?
Niñas muertas.
Las espero, también, muerto
todavía respirando por esa idiotéz humana:
la esperanza.
¿A qué hora, digo, las veré por fin?
Será, ya, demasiado tarde
como fue tan temprano esa mañana
mediodía; iridiscente, como estos labios
que se cierran por inercia
y se abren por decoro.
¿A dónde iré a parar, rictus de olvido?
Temiendo temerle a la verdad,
mas buscándola como si fuera
mía. ¡Ingenuo!
Nunca es aullido grato
ni, acaso, enfermo abrazo.
Tal vez cura y espanto,
reflejo de atroces desgarros
como estos que pugnan
en mí. ¡Lástima!
Porquería que nada los ríos
(de la ciencia) con fuerza y no sabe
-¡no sé!- que es su fin el ahogo.
Desahogo inútil, por caso, esta
efigie estática de palabras
crudas. ¡Muerte!
Quizás el único resquicio de esperanza
que nos queda a nosotros:
medios
orgullosos
sobrevalorados
altaneros;
solitarios.


Mayo de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya te dije....
ya dijimos .....:
"fumar o no fumar es la cuestion", a partir del vacio del alma y del cuerpo cuando se unen diversos factores que sentimos q nos aniquilan....

hablamos demasiadoo y nos entendimos...
sabes q aca estoy!!!
y compartimos la forma de no perder la gracia jamass..... mas alla de todooo....

me retiro al almuerzo obligatorio antes de ponerme un tanto "porrista"......