una sonrisa
o una llamarada
restos
algo oblicuos
y olvidarse
de los nombres sin cara
allá
como una aurora
entre los ojos del pasado
sobreviene
-¡afortunado!-
una certeza
acá
desde un temblor
irresoluto que penetra
no socava, llena
de a poquito
intersticios que la trama
-urdimbre-
mnemotécnica
deja en huella
para entonces
la sonrisa
ya se inútil iza
porque pobre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario