No leí el Ulises
no leí a Cervantes
no leí
nada. Y sí
me importa. No soy
un hippie vanguardista
que se la re cree
que piensa: "yo
la tengo mucho más grande
que esos giles [Aunque, ¿por qué no?]
de antes"
(por eso pongo
algunos puntos y
comas). Pero es que ya
me cuesta horrores
creer en la verdadera existencia de
lo bello
o esa mentira religiosa
de la estetización, o
incluso
de la poesía
social
como si alguien pudiera comerse
este poema.
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