Arrullos casi de plata, benteveos qué hidalguía
amontonada fútil como desdicha entre egipcios
con velos y cairos de vendedores altivos, que caen
bajo bajo la migraña del capitalismo.
Almíbar fascista o ensalada de frutas
dietética para anarcodesperdicios inventados,
inventarios crucifijos poco laxos, llévenla
lejos, al destino marático y náufrago
de estos dulces líquidos del duque.
Querer y no querer querer ser querido,
resplandor indiferente desde el cielo hasta abajo
más abajo que la bajeza hipócrita
de sonrisita lámina, de labios parapléjicos;
arruinar un relato con una risa,
desmenuzar personalidades, no ampararse en la unidad
retazo venéreo y lumpen, recorrido
hacia abajo hacia arriba pero no el mismo,
vetustos predicados harto río exacto (que sí es el mismo,
........................................................................ [ y te baña)
como un cocktail desahuciado –pero ya lo han dicho, girando–
no permitirse quedarse afuera de la sopa, sopita chocha,
de hermenéutica enredada con aire acondicionado;
abandónenla desparpajo y feto, succiónenla como un pus
reverberante entre ninfómanas de galera y rúcula,
pernóctenla ir corriendo en una pata, o en dos,
abrúmenla sedientos de identidad fugitiva
residuos de alguna época sin épica,
obsecuentes admiradores de nosotros ellos con azúcar
o edulcorante, renta indómita velocímetro alcahuete.
Querer y no querer querer ser odiado
en otros olvidos.
1 comentario:
=)
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