los grandes viejos
nos dejan solos en el camino.
El camino lleva al mar.
Tenemos las palabras en los bolsillos,
direcciones oscuras. Los viejos
se han llevado la luz de su presencia,
la vemos alejándose sobre una colina
apagándose hacia un costado.
No están muriendo,
son conducidos
a una penosa privacidad
aprendiendo a vivir sin palabras.
E.P. "Se parece a morir"-- Williams: "No puedo
describirte lo que me ha
estado pasando"--
H.D. "incapaz de hablar."
La oscuridad
se quiebra en el viento, las estrellas
son pequeñas, el horizonte
se funde en una tenue niebla urbana.
Ellos nos han dicho
que los caminos llevan al mar,
y han dejado
el lenguaje en nuestras manos.
Escuchamos nuestras
pisadas cada vez que un camión
nos pasa de largo y se va
obsequiándonos un nuevo silencio.
Uno no puede alcanzar
el mar en este interminable
camino hacia el mar salvo que
uno se haga a un lado al final, parece,
y siga
al búo que silenciosamente se inclina sobre él
en diagonal, para atrás y para adelante,
y se aleja hacia lo profundo del bosque.
Pero para nosotros el camino
se despliega, contamos las
palabras en nuestros bolsillos, nos preguntamos
cómo será sin ellas, no
paramos de caminar, sabemos
que falta mucho aún, a veces
pensamos que el viento nocturno trae
el perfume del mar...
Denise Levertov
Traducción mía; primeros intentos.
1 comentario:
Te quedó bien, se lee muy fluido.
Publicar un comentario