martes

vos seguí insistiendo con la verborragia que así te va a ir

después de un rato miró para atrás pero no vio nada solamente los huesos calcinados y la nafta esfumándose con un humito algo rancio y bañado en sabor sangre descompuesta pero igual no lo asombró ni nada no para nada aunque sí le pareció un espectáculo algo asqueroso y sin sentido sin sentido porque ya no importaba nada matar o ser quien muere sin sentido porque daba todo lo mismo a esa altura y claro era en vano auscultar el destino entre los humos de la agonía o entre la agonía claro que sí claro que daba lo mismo si mirabas al cielo o al infierno si había infierno o cielo si el retazo o cacho o paisaje todo celeste o nublado era un cielo o simplemente un alféizar algo pintarrajeado y quién sabe uno de dónde saldría ese alféizar o si nosotros seríamos las hormiguitas caminando por la pared o la tierra o el pastito que crece debajo de la ventana de esa casa fea con alféizar largo y ancho y celeste pero ¿por qué se nublaría un alféizar? tal vez se podría tornar algo turbio con la humedad de buenos aires buenos aires humedad pero sería un efecto irreductible a menos que volviesen a pintarlo pero quién sabe cuánto tardarían en pintarlo tal vez meses o años pero tampoco sabe nadie cuánto dura un día para una hormiga pero volviendo al principio hubo un estallido que algunos llaman big bang y ahí salieron todos los planetitas desperdigados o dios dijo haya luz y hubo luz y así sigue la cosa aunque si se habla del comienzo de estas palabras entonces volvió la vista hacia atrás para mirar a su hermano tendido en la fogata cremándose y no le importó nada porque ya nada importaba y porque ahora le tocaría a él en cualquier momento era inevitable era esperable y hasta era bueno porque vivir en este mundo te la regalo decía mientras se entregaba al abismo negro que illo tempore había sabido ser un ala volando hacia quién sabe donde