lunes

C'est la vie (#3)

Impresionante: vomitar conejitos. I M P R E S I O N A N T E ! ! !



Estado de conexión: "Leyendo Bestiario"

sábado

Lo que viene, lo que viene, en mi blog de primera...

Bueno, no queda otra que admitirlo. Se cae. Hay que levantarlo. Una idea: "Che, podrías hacer traducciones, ¿no?": un amigo. En serio, amigo (asimismo, otro blogger). "Es verdad, podría. Al menos empezar desde lo más simple, ¿no?": yo, entusiasmado (una idea para no dejar que siga creciendo el agujero en la blogósfera). Tal vez empezar con algunas poesías pequeñas. Tal vez. Próximamente (y no es el partido de la fecha, ni el botín de oro, ni Macaya, ni Semillita -que ya quedó cuasi olvidado-). No. Sólo otro costado de la literatura, jamás investigada por mí. Wish me luck: I'm gonna need it!

Lo de siempre: mañana a la facultad de nuevo ("Pero, es sábado!"; "Sí, es sábado"; "¡Qué bajón, che!").
Impensado: haber hallado un loro que efectivamente me dijo "Hola" al pasarle por al lado.
Lo idiota: haberme dado cuenta una cuadra después.
Lo digno: no haber vuelto a mirar el loro.
Lo indigno: tener ganas de pasar de nuevo por allí para verlo.
El sueño: es lo que tengo ahora, así que me voy a dormir.

miércoles

Lo que queda

A veces no queda lo que pasó, sino lo que uno, en ese momento, pensó que debería pasar... Es decir: chocaron dos autos, yo iba en uno de los que chocó. Cuando despierto en el hospital, casi necesariamente recuerdo sólo que choqué, que sucedió un accidente del cual resulté gravemente herido (o no). Pero, si en lugar de encontrarme manejando uno de los autos que chocaron, yo hubiese estado baldeando mi vereda y un auto hubiera pasado a toda velocidad por la calle (antes de colisionar, claro, y a metros del sitio del siniestro), y como consecuencia directa de la velocidad a la que pasaba hubiera conseguido salpicarme toda la vereda de verdín y que yo quedara atónito e irresoluto; la situación podría llegar a cambiar. Dejando de lado el choque, en ese caso, yo podría haber pensado, imaginado (pues era mi intención más "elloica") que largaba una barrabasada tal, capaz de hacer detener al automóvil antes de llegar a la esquina próxima (hasta evitando el infortunio) . Aunque el ejemplo no es muy claro, lo que se intenta decir en última instancia es que el recuerdo puede ser relativamente modificado desde el punto de vista subjetivo, y así revelar conclusiones y narraciones poco veraces. Esto remite, en parte, a la capacidad del ser humano de autoconvencerse ("Sí, yo te dije que al nene lo tenías que pasar a buscar a las ocho!") y de convencer al otro (si éste no está cabalmente convencido; "Bueno, por ahí tenés razón y se me pasó", o "Entonces te entendí mal", o "No te debo haber escuchado", etc). Lo interesante de esto no es, sin embargo, la tergiversación del hecho contado, sino el autoconvencimiento -que señalé anteriormente- individual. O sea, que la persona que lo dice efectivamente cree que es así. La única manera de volverle a la realidad, sería habiendo efectuado una grabación de la conversación que atestiguara que en ningún momento dijo tales frases. Pero, claro está, un paranoico empedernido podrá aducir que las cintas de grabación han sido editadas y que las partes que le daban la razón han sido cortadas, suprimidas, borradas. Es como una larga cadena de malentendidos en la que quien comienza el primer malentendido está realmente convencido de que no es un malentendido.
No sé si me explico, pero tampoco es mi intención hacerlo. Por lo que, a duras penas quedará en mi conciencia esta perorata inútil, y sólo recordaré que lo que queda, a veces, no es lo que fue, sino lo que las personas creyeron (sin atisbos de maldad) sentir que pasaba. Y esto podria llevarlo a planos mucho más profundos e interesantes, pero no poseo las ganas ni el tiempo necesario. Sepan disculpar.


Randall Wein, en "¿Por qué no todos somos genios?"

por favor, nótese la ironía


(che, "Randall Wein" no existe -al menos no
en mi conciencia inmediata-. Fue un

nombre elegido al azar, utilizado -tal vez
pedido de prestado- como cuasi seudónimo.)

martes

C'est la vie (#2)

Él es odontólogo. Ella todavía lo mira con los mismos ojos que cuando tenían veinte. Aparece el abogado, les resuelve el caso. Se va. En la cafetería de Tucumán al 1600, se va. Los deja solos. No hablan. ¿¡El fuego!? No. Él empieza a hablar de camiones y crónicas policiales. Ella vuelve a su resignación triste. La llama no llegó a prenderse de nuevo; tendrá que pagar los honorarios del abogado por un trabajo inane.

(uno de esos días, tomando un café desconcertado)

C'est la vie (#1)

Ayer volvía de la facultad en el tren y apareció un vendedor ofreciendo un cd "biblioteca". Es decir que contenía miles de libros IMPERDIBLES. No me pareció una tan mala idea. Es más, estuve a punto de comprarlo. Pero algo me dijo que aguardara a que el comerciante concluyera su vociferación casi inane. Menos mal. En una biblioteca (al menos yo) no incluiría jamás un apartado para Jorge Bucay o Paulo Coehlo, ni mucho menos excluiría -si señores, leyeron bien: excluiría- a Julio Cortázar de la misma. Por tanto, algo indignado miré al señor que por poco me hacía comer el cd, y negué su oferta a sólo cinco pesos con profundo énfasis.
Después me quedé pensando: ¿quién soy yo para indignarme y despreciar a un ser humano que, como tantos otros, intenta ganarse la vida honradamente? Pero el vendedor se había ido, y los cinco pesos -que después tal vez gaste en una tarjeta de celular- no podrían ya alimentar a su familia...

"Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a tí mismo" (Gandhi) --> No es nada fácil, ¿no?

No olvidemos (#2)

"Tempus fugit"

Más que nada cuando querés que pase lento. ¿Por qué será?

viernes

20

Los recuerdos saltan desde los ojos
como colores desde la jaula de una luz
que no admite más que el banco,
se van a picotear las mejillas
de algunas cosas que andan perdidas por el mundo
y retornan, otra vez por los ojos,
a su selva de molicie y respaldos.

Pero hay uno, un recuerdo o tatuaje,
que no quiere pasar de nuevo por los ojos
y se queda dando vueltas como un éxodo mudo,
ojo él mismo, flotando hacia ninguna parte,
memoria que ha abolido el pasado.

¿No llegará la noche, o quizá algo más hondo,
a formarle otro cuerpo, otra privada selva
de minúsculos signos,
donde pueda, sin tiempo, su alucinante pérdida
ser un sitio ya inmóvil entre manos amantes?

Roberto Juarróz, Segunda Poesía Vertical (1963)

No olvidemos (#1)

"Homo homini lupus"

Thomas Hobbes

(El hombre es el lobo del hombre)

Siguiendo la corriente...

Concatenación de semas, albedrío libre e indefinido de palabras y bocas (dedos) diciéndolas, panacea de la comunicación, todos todos todos tienen su espacio (mentira), estética arremangada -mirá qué buena foto, mirá qué lindo fondo, mirá el formato!, mirá-, grajeas de buen y mal gusto disgregadas por algunos, lecturas opacadas, y un universo literario que se opone a esta realidad y emerge en la oscura Sión matrixista (o tal vez en el nefasto Ministerio de la Verdad de Orwell). Blogspot. Blog. Copemos las calles del mundo cybernético, ganemos el fuerte de la estupidez generalizada y transformémoslo en cultura, en arte por sobre todas las cosas. Tal vez se pueda, who knows?

¿Quién se suma?